lunes, 9 de noviembre de 2009

Educacion En Usme


UNA COSA ES LA EDUCACIÓN Y OTRA es el sistema escolar. Por momentos coinciden, pero la educación comienza mucho antes de la llegada de los niños a las aulas. Por eso tiene tanto sentido la frase de Bernard Shaw: “Mi educación se vio interrumpida con mi ingreso a la escuela”.

La primera forma de enseñanza es el ejemplo, y lo más importante es la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Kafka veía con alarma que su padre les prohibía a los hijos exactamente todo aquello que él se permitía hacer en la mesa y en la vida, y de allí nació su crítica espantada a las arbitrariedades de la patria potestad. Nuestros primeros educadores son padres, parientes, amigos, gentes desconocidas en las calles, autoridades, gobernantes, medios de comunicación.

A menudo, cuando un niño llega a la escuela, los rasgos fundamentales de su educación y acaso de su existencia ya están trazados. Y así como existen influencias también existen vocaciones, aquello que en la fisiología y la sensibilidad nos predispone a determinados temas y disciplinas. Por eso es tan importante que desde la primera etapa de la vida se nos escuche y no sólo se nos enseñe. Ver a un niño como un cántaro vacío que hay que llenar de cosas, de información, de deberes y rigores, es olvidar que en cada instrumento existe ya la pauta de un sonido, que hay maderos que contienen canoas y maderos que contiene guitarras.

Un buen maestro no es sólo quien sabe hablar sino sobre todo quien sabe escuchar, el que descubre qué potro está encerrado en el bloque de mármol. Y por eso es tan nociva la sobreexposición a los medios de comunicación, que siempre hablan y nunca escuchan, y que sobre todo son incapaces de escuchar lo tácito, lo que todos decimos sin hablar.

El aprendizaje de nuestro propio valor, de nuestra propia dignidad, es lo primero. Nunca llegará a saber nada el que no sabe de sus propios derechos y posibilidades. Por eso la educación que tiraniza y que irrespeta, la educación que masifica, es fuente de todos los fracasos y todas las violencias. Por ello la educación no es simplemente la solución a los problemas de la sociedad: a veces es el problema. Puede educarnos en la exclusión, en el racismo, en el clasismo, en las manías de la estratificación social. Sólo cierto tipo de educación forma realmente individuos y forma ciudadanos.

Es ingenuo pretender que si el niño llega a la escuela ya hemos cumplido nuestros deberes con él: también hay que preguntarse qué escuela es esa y en qué tipo de sociedad está levantada. Acabo de leer el informe que una revista trae esta semana, sobre niños muertos de miedo de tener que ir a la escuela, porque para llegar tienen que atravesar entre las balas. El país es una gran escuela en la que crecen las escuelas pequeñas, y si todo es un campo de guerra, donde la única oferta de empleo para los muchachos es la violencia pagada por todos los ejércitos, de poco sirve que en la escuela se alternen los discursos de Platón y de Cristo.

Lo primero que tenemos que aprender es a no hacer trampa, a respetar a los otros, a respetarnos a nosotros mismos, a tener un sentido de comunidad, a apreciar el valor del trabajo. Sentirnos pertenecer a una memoria, a un territorio, a un sistema de valores. ¿Están nuestra sociedad y nuestra escuela formándonos en esos principios? Que la gente haya tenido una costosa educación no significa que sea bien educada: parte de la violencia que padecemos no es fruto de seres iletrados; basta ver los foros de los periódicos para entender que hay gente que escribe con odio y con violencia; uno de los mayores males de nuestras sociedades, la corrupción, suele ser obra de gentes que lo han tenido todo, incluidos títulos universitarios.

He dicho que primero aprendemos por el ejemplo. En segundo lugar, creo que aprendemos por el diálogo. Éste no sólo nos inicia en el conocimiento de que existe una verdad, sino en la conciencia de que podemos interrogarla, matizarla, atrever opiniones. El diálogo estimula la curiosidad y el deseo de saber. Y allí podemos percibir la importancia de las artes en la formación de nuestra sensibilidad, de nuestra honda humanidad. Enmanuel Kant dejó escrito que la más importante de las artes es la conversación. Porque en ella intervienen la memoria, la inteligencia, el carácter, la sensibilidad, el conocimiento de los otros, la imaginación. En ese arte los amigos son nuestros maestros, y los maestros son nuestros amigos.

En tercer lugar está, por supuesto, la lectura. Los planes de alfabetización a veces olvidan que la lectura supone por lo menos tres elementos: el desciframiento, la comprensión y la crítica. Conozco personas que pueden deletrear, descifrar un texto y que sin embargo no lo comprenden. Basta oír a alguien leer en voz alta para saber si está comprendiendo lo que lee. Y cuando hablo de comprensión hablo a la vez de entender un texto y de sentirlo.

Hay personas que me han confesado que entienden un poema cuando lo leen, pero que sólo lo sienten cuando escuchan a otra persona diciéndolo. Porque hay una carga de emoción en los textos, y no sólo en los textos poéticos, un contenido de belleza, de sentimiento, de pasión, de deleite o de maravilla, que va más allá del mero entender, que exige la participación de las emociones, que está gobernado por el ritmo y si se quiere por la música.

Finalmente, la lectura verdadera tiene que ser capaz de crítica, de dialogar con el texto, de atrever objeciones, de construir a partir de él opiniones propias, otras alternativas, otros sentidos y desenlaces. ¿En qué parte de la educación formal está incluida la formación de la sensibilidad y del criterio? Queremos una educación que nos haga buenos profesionales y buenos operarios, pero sobre todo necesitamos una que nos haga valientes ciudadanos, y lúcidos seres humanos. ¿Quién nos enseña a tener opiniones propias, serias, razonadas? ¿Quién nos educa para no ser veletas bajo la manipulación de tantos poderes e intereses que hoy controlan el mundo? ¿Cómo formar parte de una civilización y no de un reducto de intereses o de un campamento de supervivencia? ¿Cómo pensar y vivir en función del engrandecimiento de una sociedad y no de la defensa mezquina y a veces suicida de un mero proyecto personal o gremial?

A partir de cierto momento la educación sólo puede ser activa. Compartir conocimientos, investigar, crear, hacer. La investigación, la experimentación y el trabajo son altos instrumentos, pero sólo pueden servirnos si esa primera educación que nos hace humanos y ciudadanos se ha cumplido con coherencia y con profunda responsabilidad.

En la localidad de Usme, Se Inicia El Proyecto Urbanístico Más Ambicioso De Bogotá


Con el desarrollo de la Operación Estratégica Nuevo Usme, la administración Distrital construirá 10.500 viviendas para cerca de 35.000 personas; así como nuevos parques, espacio público, vías, redes de servicios públicos, entre otras obras.

El costo total del proyecto es de 1.87 billones de pesos, durante los próximos 20 años, y generará más de 210.000 empleos provisionales, cerca de 10.000 cada año. Al final del mismo, se habrán construido 53.000 viviendas, entre unifamiliares, multifamiliares, de interés social y prioritario.

Además de las unidades habitacionales, el ‘Gobierno de la ciudad’ también adelantará obras de recuperación y protección del medio ambiente, como los interceptores de aguas negras de las quebradas Fucha y Piojo, la avenida Usminia, vías locales y parques, en una zona de 70 hectáreas, que será la primera que se intervendrá de un total de 900 hectáreas.

“Vamos a intervenir 900 hectáreas de expansión en el sur de la ciudad, suelo que si no lo desarrollamos en forma ordenada, seguirá albergando barrios informales y no solo eso, si no que seguiría extendiéndose hasta el páramo de Sumapaz, lo que sería muy perjudicial para el medio ambiente”, afirmó el director de Metrovivienda, Fracesco Ambrosi.

“En una primera etapa, durante la administración del alcalde Samuel Moreno, vamos hacer inversiones cercanas a los 80.000 millones de pesos, lo que nos permitirá ofrecer terrenos para la construcción de las primeras 10.000 viviendas”, explicó el funcionario.
La Ciudadela de Usme garantizará la conservación del Corredor Ecológico de La Requilina y las quebradas de Piojo, Fucha, Aguadulce, La Tasa, entre otras, y protegerá la Cuenca Alta del Río Tunjuelo.

La construcción de la Futura Ciudad de Usme implica una inversión de: 50 mil millones de pesos en parques y la recuperación de quebradas; 350 mil millones de pesos en redes de servicios públicos e infraestructuras viales; 120 mil millones de pesos en equipamientos sociales y culturales; 1,35 billones de pesos del sector privado para la construcción de vivienda, zonas industriales y centros comerciales.

La Operación es un proyecto estratégico para Bogotá, pues busca contener el desarrollo urbano informal que es evidente en la zona y en otros sectores de la ciudad. Además, pretende establecer un borde de transición entre las zonas protegidas del páramo, las áreas urbanas con actividad agrícola y los sectores urbanizados.

Igualmente, su desarrollo se basa en principios ecológicos y el respeto por los habitantes de la localidad de Usme, de su patrimonio, de sus valores culturales y de su tradición.
Se trata de una estrategia que busca a la vez contener los desarrollos ilegales hacia Usme, y articular y proteger el Páramo de Sumapaz con la Cuenca Alta del Río Tunjuelo, garantizando la continuidad ambiental por medio de corredores ecológicos.

Descripcion De La Localidad De Usme

Usme es primordialmente una comunidad rural con escasa presencia industrial, que cuenta con varios centros educativos con énfasis en tecnología agrícola.


Los barrios que conforman Usme son el resultado de la división de grandes fincas dedicadas a la agricultura, entre ellas la hacienda El Hato. De igual forma, la llegada de campesinos a la zona rural que veían como medio de sostenimiento la explotación minera.

En la actualidad, Usme es primordialmente una comunidad rural con escasa presencia industrial, que cuenta con varios centros educativos con énfasis en tecnología agrícola, conectada con las parcelas que producen gran cantidad de la papa que consume la capital.

Proyectos como la vía al llano hacen que la localidad sea una puerta de entrada de los productos que vienen del oriente hacia Bogotá y el resto del país, lo que da una importancia estratégica definitiva para la economía local y nacional.

En estos momentos se busca generar y fortalecer procesos de construcción, organización y empoderamiento cultural campesino, que entregue elementos para la elaboración, concertación y participación en la definición de política cultural rural, todo ello con el fin de fortalecer los procesos de construcción cultural de las comunidades rurales que habitan el territorio local, como activo de la sociedad campesina, con efectos visibles en el desarrollo comunitario, social y económico.

Gracias a sus recursos naturales e hídricos, Usme es una localidad con un alto potencial de desarrollo, que se puede explotar a través del ecoturismo, como alternativa que abre la posibilidad de crear una industria turística local generadora de empleos y que pueden impulsar la economía local, lo que podrá generar un impacto social al mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Adicionalmente, según lo establecido en el plan de ordenamiento territorial, esta localidad será el principal polo de desarrollo de la ciudad, en la que por disponibilidad de oferta de suelo se concentrarán grandes proyectos urbanísticos en los próximos años.

Encuesta sobre seguridad en Bogotá Omitió Varios Puntos Críticos Que Denuncian Ciudadanos


La localidad de Usme es un sector del sur de la capital con barrios peligrosos como La Sureña y La María, sin embargo no hace parte las zonas críticas intervenidas por las autoridades distritales.

Reporteros Ciudadanos dejaron el miedo y denunciaron los lugares donde han sido víctimas de delitos y que no hacen parte de los 31 puntos críticos de la Alcaldía.

La última encuesta sobre la seguridad realizada por la Cámara de Comercio de Bogotá confirmó que la percepción de inseguridad creció en 16 puntos, lo que significa que de 7.174 ciudadanos interrogados, el 55 por ciento no se siente seguro.

Más allá de las cifras y de las mediciones técnicas, están los testimonios y la concepción que sobre el tema tiene la gente del común.

La sección Bogotá abrió esta semana un foro en el eltiempo.com y salió a la calle para que nuestros Reporteros Ciudadanos denunciaran los sitios específicos de la urbe donde perciben a diario esa sensación.

De hecho, los Reporteros citaron sectores que la Administración Distrital no tiene todavía en la lista de 31 zonas críticas.

"Ya estoy 'mamado' de que pandillas de menores de edad me atraquen en el barrio Quiroga. Me han hurtado dos celulares y 500 mil pesos", cuenta el tolimense Alberto Farfán, un ingeniero mecánico que hace tres años vive en una casa de familia de ese punto del sur de Bogotá.

Las comunicaciones de los Reporteros Ciudadanos son tan angustiosas y graves que una de ellas afirma que en el barrio Belén, localidad de Fontibón, una banda de hampones que se moviliza en bicicleta tiene sitiado a sus habitantes.

"En las noches es imposible salir a comprar algo en la tienda. Si uno sale regresa con los bolsillos limpios", aseguró una vecina del sector.


Historia De La Localidad De Usme


Período prehispánico


La historia de la localidad de Usme se remonta a la época prehispánica cuando era un territorio ocupado por indígenas que, buscando sitios con abundantes fuentes de agua y lagunas apropiados para la fundación de lugares sagrados de culto y peregrinación, poblaron la apartada y montañosa región del páramo de Sumapaz y del alto del valle del río Tunjuelo. Esta gran cantidad de poblados indígenas a lo largo y ancho de la Sabana de Bogotá despertó la admiración de los conquistadores españoles que, creyendo que hallarían territorios en su mayoría deshabitados, se encontraron allí con una región altamente poblada.

Los registros de los cronistas españoles, que se remiten a los pueblos que habitaban la sabana de Bogot á como Bosa, Fontibón o Engativá y a los que se asentaron en las partes llanas como Chía, Nemocón o Zipaquirá, hacen suponer que los habitantes de Usme también formaban parte de esa extensa zona de poblados indígenas que componían la cultura muisca, aunque no estuvieran mencionados explícitamente; cuentan también las crónicas que entre el río Sumapaz y el río de Pasca en la región de “Useme”, expresión chibcha que significa “tu nido”, habitaban los sutagaos, que se encontraban emparentados con los doas, sumapaces y cundaís. Se sabe que la forma predominante de subsistencia para estas tribus se basaba en la agricultura y que actividades como la caza, la pesca y la minería eran otras alternativas de supervivencia y producción. La organización social muisca, compuesta por una federaci ón de cacicazgos y regida por un cacique mayor denominado zipa o zaque, fue catalogada por Reichel Dolmatoff como “sociedad jerárquica señorial”, refiriéndose a una situación en la que comulgaban los símbolos religiosos con el respeto por las jerarquías y por las normas milenarias establecidas por estos pueblos aborígenes, y donde el poder sobre la tribu lo ejercía una sola persona. Algunas leyendas muiscas sobre el poblado de Usme, han llegado hasta nosotros gracias a la tradición oral, aunque no hay registros escritos que las corroboren. Un ejemplo de estas leyendas es la que cuenta que hacia el año 1480, se enfrentó Saguanmachica, el cacique del poblado de Usme, con el cacique de Ubaque y el zaque de Tunja, quienes invadieron el pueblo, raptando a Usminia la hija de Saguanmachica. Finalmente y pese a que el cacique de Usme recuper ó el control del pueblo, y se convirtió en el primer zipa de Bacatá, nunca pudo recuperar a su hija.

Período colonial y republicano


Durante la Conquista los españoles sometieron a esta población indígena a la relación de poder que implantaron en la mayoría de los países que hoy conforman la América hispana, en la que los españoles daban las órdenes y los indígenas debían obedecer. Tiempo después la colonización, de la mano con las nuevas instituciones implantadas por los españoles en los siglos XVII y XVIII, permitió tanto el desarrollo económico agrícola y artesanal de la región como su desarrollo urbano, pero a la vez provocó que los indígenas fueran sometidos progresivamente a formas institucionales de explotación servil como la encomienda, la mita y la esclavitud. Obligados al trabajo forzado y condenados a desaparecer, ya fuera por el mestizaje, por las enfermedades, por el trato degradante dado por los españoles, o por genocidios perpetrados por algunos españoles sedientos de poder y territorio, los indígenas que sobrevivieron al vasallaje español fueron integrados al trabajo de las grandes haciendas en la época posterior a la Colonia, dejando solamente algunas reliquias como huella de su existencia. Hacia el año 1650 se fundó la población de San Pedro de Usme como poblado de carácter rural, y en 1711 se erigió como parroquia. De esta época viene la leyenda de las “marichuelas”, María Petronila y que a finales de 1740 estaba habitado por el virrey Solís, quien se enamoró de María Lugarda y en honor a ella mandó construir la hacienda Las Manas. Allí se desarrollaron grandes actividades agrícolas y ganaderas hacia finales de la época colonial, pero tiempo después la hacienda fue parcelada en varias fincas de ganadería y recreo, que en algunos casos conservan actualmente sus nombres originales4. La reseña de mediados del siglo XIX acerca de la hacienda El Hato, propiedad de una comunidad religiosa que estableció un centro de adoctrinamiento en esa zona, cuenta que, con la aparición del liberalismo radical, la hacienda fue expropiada y repartida entre ganaderos y aparceros; esta sucesión de propietarios y las implicaciones políticas que en algún momento tuvo, como la posesión por parte de las guerrillas conservadoras en los años 1876 y 18775, hacen de esta hacienda un lugar de importancia para la historia de Usme.

Período moderno

A comienzos del siglo XX se reconoció a Usme como municipio, de acuerdo con el proceso de modernización institucional que vivía en ese momento la República con la expedición, en 1913, del Código de Régimen Político Municipal6, principio del funcionamiento para la mayoría de municipios del país. En 1954, bajo el marco de la organización del Distrito Especial7 y cumpliendo el mandato de la Constituci ón Política que establecía que la ciudad de Bogotá debía conformarse como “un Distrito Especial, sin sujeción al régimen municipal ordinario” (Art. 159)8, el municipio de Usme desapareció como entidad político- administrativa separada de Bogotá y pasó a ser parte integrante de su jurisdicción. Durante su organizaci ón como Distrito Especial, Bogotá anexó tambi én a los municipios circunvecinos de Bosa, Usaquén, Engativá, Suba y Fontibón, que desde entonces han estado articulados al desarrollo económico de la ciudad, beneficiándose de su expansión y modernizaci ón urbanas. Se pueden distinguir, entonces, tres grandes momentos en la historia de Usme: la época prehispánica, de la cual sólo se conocen los relatos que dejó la historia oral, antes de la llegada de los españoles; la época colonial y republicana, vinculadas a la evolución del Virreinato de la Nueva Granada, a las gestas libertarias de principios del siglo XIX y a la posterior evolución de la Gran Colombia; finalmente la época moderna, caracterizada por la expansión de Bogotá como ciudad capital y por la articulación de los municipios circunvecinos al desarrollo económico y social de la capital. En la actualidad, Usme es primordialmente una comunidad rural con escasa presencia industrial, que cuenta con varios centros educativos que ofrecen carreras especializadas en tecnología agrícola, conectada con las parcelas que producen gran cantidad de la papa que consume la Capital.






viernes, 6 de noviembre de 2009

Localidad de Usme

Usme es primordialmente una comunidad rural con escasa presencia industrial, que cuenta con varios centros educativos con énfasis en tecnología agrícola.


Usme es la localidad Nº 5 de la capital y cuenta con atractivos sitios de interés, en su mayoría ecológicos, que le permiten al los bogotanos alejarse de la vida capitalina y acercase a la naturaleza.

Daré a continuación algunos Datos Básicos de la Localidad 5 de Usme.

Alcalde Local: John Fredy Vargas Lozano
Dirección: calle 137B Sur N° 3-24 parque principal de Usme
teléfonos: 7660066-77-98-41-18

Datos Demográficos de la Localidad 5 de Usme .

Número de habitantes: 300.000 habitantes aproximadamente.
Extensión: 21.556, 16 hectáreas, de las cuales 2.063,84 se clasifican en suelo urbano; 1.185,65 corresponden a suelo de expansión, 18.306,52 se clasifican en suelo rural, que equivalen a 85% del total de la superficie de la localidad.
UPZS: UPZ 52 La Flora
UPZ 56 Danubio
UPZ 57 Gran Yomasa
UPZ 58 Comuneros
UPZ 59 Alfonso López
UPZ 61 Ciudad Usme
UPZ 60 Parque Entre Nubes
Límites: al norte con las localidades de San Cristóbal, Rafael Uribe y Tunjuelito; al sur con la localidad de Sumapaz; al oriente con los municipios de Ubaque y Chipaque y al occidente con la localidad de Ciudad Bolívar y el municipio de Pasca.

Bienvenida

Hola !!
les doy la Bienvenida a mi blog donde les contare todo lo que contiene esta hermosa ciudad, como sitios turisticos, parques, centro comerciales entre mas. Daremos un recorrido por cada localidad de la ciudad mostrando la reseña historica, sus pricipales necesidades, sus problematicas, pero resaltaremos las cosas bellas y sitios de cada localidad.
Bogotá es una ciudad muy grande donde cada habitante podrá conocer a través de este blog lo que no conocen y cada visitante del exterior conocerá lo maravilloso de esta ciudad.